El suburbio residencial
de Moore, en la ciudad de Oklahoma City, situada en el centro de Estados
Unidos, se ha visto 'planchado' por un gigantesco tornado cuyos vientos han
alcanzado una velocidad de 200 millas por hora (321 kilómetros por hora).
Amy Elliott, una
responsable sanitaria del estado de Oklahoma, confirmó que oficialmente
son 51 los muertos, aunque la cifra podría aumentar tras hallar en las últimas
horas 40 cuerpos que aún no han recibido, lo que arroja un balance de 91
muertos . Del total de muertos al menos 20 son niños, algunos de ellos de
2 y 3 años. En los hospitales hay alrededor de 240 personas heridas, más de 60
de ellos menores.
Para hacerse una idea
de la magnitud del fenómeno atmosférico, basta con saber que su diámetro era de
casi 1.700 metros, cuando normalmente los tornados suelen ser de 150 metros de
ancho en promedio. El tornado recorrió casi 35 kilómetros, más de cuatro
veces lo habitual, y duró unos 40 minutos en los que regó además de lluvia y
granizo la región.
El Centro de Predicción
de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por
sus siglas en inglés) señaló que fue un tornado de categoría EF4, la
segunda máxima.
Fuente: ElMundo.es
0 comentarios:
Publicar un comentario